Gracias a los distintos cabezales y formas de emisión de energía (unipolar, bipolar y multipolar), podemos personalizar el tratamiento según la zona que desees tratar y si buscas un efecto más reafirmante o lipolítico.
Cuando aplicamos la radiofrecuencia sobre tu dermis, se genera un aumento de temperatura en las capas profundas de la piel a nivel molecular. Este proceso estimula la producción natural de fibroblastos, quienes a su vez generan colágeno y elastina, los aliados clave para una apariencia rejuvenecida. La culminación de este proceso ocurre aproximadamente a las 3 o 4 semanas, por lo que nuestros tratamientos de radiofrecuencia se realizan en intervalos regulares para mantener y mejorar los resultados obtenidos.
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