El síndrome de piernas cansadas en hombres es más habitual de lo que podría parecer. Son muchos los adultos que lo padecen sin ser realmente conscientes de ello. Existen estudios estadísticos que indican que solo se diagnostica de forma indirecta, cuando el paciente acude a consulta por otros motivos.
Aunque es una patología más frecuente en mujeres, lo cierto es que de cada diez personas afectadas, tres son hombres. Eso significa que su incidencia no es tan irrelevante como en principio pudiera parecer. Si eres uno de los afectados, en este artículo te propondremos algunos remedios.
Pero antes comenzaremos abordando las posibles causas que pueden influir en la aparición de este trastorno. Conocer su origen nos ayudará a descubrir la solución.
Posibles causas del cansancio de piernas
En nuestra actual sociedad y estilo de vida, pueden ser muchas las causas que están en el origen de esta dolencia. Entre las más habituales podemos citar las siguientes:
- El tipo de trabajo. Determinados empleos o profesiones exigen permanecer de pie durante mucho tiempo a lo largo de la jornada laboral. Esto constituye un factor de riesgo que, unido a otras circunstancias, como pueden ser el calor o la insuficiencia venosa o deficiente circulación periférica, dan como resultado un cansancio crónico en el tren inferior.
- El sedentarismo. En otros casos la actividad laboral requiere permanecer sentando y este hecho, asociado al escaso ejercicio físico realizado en el tiempo de ocio, puede desembocar también en problemas circulatorios que originen el cansancio de piernas.
- Otro importante factor de riesgo son los desequilibrios alimenticios. Una alimentación excesivamente rica en azúcares o grasas puede ocasionar múltiples perjuicios a nuestro sistema circulatorio y, en consecuencia, producir malestar en las extremidades inferiores.
- Y, desde luego, los malos hábitos, como el consumo de tabaco o alcohol, la escasa ingesta de agua o el propio estrés no controlado, siempre van a ser factores de riesgo no solo en esta, sino en muchas otras afecciones.
Remedios para las piernas cansadas
Conocidos los factores de riesgo, es bastante sencillo abordar una estrategia que alivie o prevenga este molesto trastorno. Se trata simplemente de contrarrestar, o evitar, los citados factores que inciden negativamente en nuestra salud vascular.
Vamos a darte una serie de consejos que, observados con constancia, te ayudarán a prevenir y combatir el cansancio de piernas. Toma buena nota.
Practica algún tipo de ejercicio físico de forma regular
No es preciso que sea a diario, aunque sería lo ideal. Pero al menos tres o cuatro días a la semana conviene que dediques algo de tiempo a una actividad física que te resulte gratificante. La práctica de algún deporte suave o, simplemente, caminar durante una hora, será muy beneficioso para tu salud.
Evita el inmovilismo en tu puesto de trabajo
Es decir, ya debas estar sentado o de pie, procura cambiar de postura cada cierto tiempo, realizando pequeños ejercicios o movimientos que te permitan activar la circulación en las piernas. Puede ser algo tan simple como contraer los músculos repetidamente.
Si la distancia lo permite, también sería una práctica muy saludable acudir caminando al lugar de trabajo en vez de utilizar coche o transporte público.
Cuida tu alimentación e ingiere suficiente líquido
Una dieta equilibrada es muy eficaz para combatir o prevenir patologías asociadas al cansancio de piernas. Y lo mismo ocurre con la ingesta de líquidos (agua o infusiones en el verano) porque contribuye a mejorar el funcionamiento de los sistemas circulatorio y renal, responsable este último de la eliminación de toxinas de la sangre, favoreciendo que las mismas no se acumulen en tu organismo. Trata de eliminar los productos azucarados, los fritos y las grasas saturadas. Alcohol y tabaco, evítalos también, ya que los beneficios de dejar de fumar en tu piel son múltiples.
La ducha, mejor con agua fría
Utilizar agua fría, al menos de caderas para abajo, resulta un alivio muy eficaz para las piernas cansadas. Una técnica igualmente recomendable es pasar alternativamente de agua caliente a fría y viceversa, realizando un masaje de abajo hacia arriba.
Una ayuda extra nunca viene mal
Nos referimos en este caso al uso de calcetines o medias especiales de descanso, con elástico que no limite la circulación de la sangre en las pantorrillas al comprimir en exceso. También es aconsejable evitar la ropa ajustada, especialmente en la zona de los muslos.
También puedes recurrir a la utilización de cremas efecto frío, que aplicarás realizando al mismo tiempo un movimiento de masaje de abajo arriba, desde los tobillos. Los alcoholes (mentol, sobre todo) e ingredientes naturales que suelen intervenir en su composición actúan eficazmente reduciendo la temperatura de las piernas y produciendo un alivio inmediato.