En la retención de líquidos, los síntomas pueden permitir diferenciarla de otras situaciones patológicas, como la obesidad o la celulitis, lo cual es clave para recibir el tratamiento adecuado a nuestro problema. En este post te contamos todo lo que necesitas saber sobre la retención de líquidos y cómo ponerle remedio.
Síntomas de la retención de líquidos
También llamada hidropesía, es un problema que afecta a millones de personas, sobre todo mujeres. Los síntomas de la retención de líquidos son esencialmente una acumulación excesiva de líquidos en los tejidos, especialmente en los miembros inferiores.
Realmente no se considera una enfermedad, sino un signo más de enfermedades relacionadas con el sistema circulatorio, el sistema linfático o algunos desajustes hormonales.
Cómo reconocer la retención de líquidos
- Inflamación de zonas concretas: suele tratarse de las extremidades inferiores (tobillos, pies, piernas…), pero este aumento de volumen también puede darse en abdomen, pecho, rostro u otras localizaciones, aunque es menos frecuente. Es muy muy frecuente la retención de líquidos en las piernas.
- Sensación de pesadez, cansancio o malestar general. Esto se nota cuando se efectúan tareas físicas, ya que el aumento de volumen y peso supone un esfuerzo extra para el cuerpo, y muchas veces se debe a una mala circulación.
- Celulitis: la retención de líquidos duradera o reincidente puede desencadenar celulitis, sobre todo cuando se localiza en las zonas donde existe predisposición a la misma, como muslos, nalgas o brazos.
- Reducción de orina: si la retención se localiza cerca de los riñones o la vejiga, normalmente se hacen patentes las dificultades para orinar. También si la circulación es mala es más difícil que la sangre pueda llevar el agua y los productos de desecho a los riñones.
Prevención de la retención de líquidos
Te damos unos consejos que pueden serte útiles si tienes una tendencia leve a retener líquidos o si esta retención se produce temporalmente, por ejemplo durante el síndrome premenstrual:
- Reduce la ingesta de sal: muchos alimentos contienen sal y no lo sabemos, como galletas, pan, refrescos, etc. Consulta la información nutricional de sus etiquetas para ello. Puede serte útil comparar varias etiquetas de los mismos. También las dietas bajas en sal para personas con hipertensión pueden resultarte de ayuda.
- Bebe más agua. De hecho, la falta de agua (deshidratación) también lleva a la retención de líquidos, de manera que asegúrate a cubrir tus necesidades de agua e, incluso, de beber un poco más aunque no tengas sed. El agua facilita la circulación y acelera la eliminación de los líquidos que se han acumulado.
- Consume alimentos diuréticos. Por ejemplo, la alcachofa, la piña, el limón (y otras frutas), los espárragos y la remolacha.
- Muévete: no es necesario que hagas un ejercicio intenso sino simplemente tonificante, como bailar, caminar rápido, correr (aunque sea de poca duración), realizar tareas en casa, etc. Convertir un deporte en una afición puede ser tu gran aliado para evitar la retención de líquidos y la acumulación de grasas, así como para beneficiar a otros aspectos de tu salud.
- Ingiere alimentos ricos en potasio: es contrario al sodio de la sal, por lo que te ayudará a su eliminación. Se encuentra en el tomate, la piña, el plátano, las alubias…
- No lleves ropa ajustada. Muchas veces, llevar ropa ajustada es la causa de la retención de líquidos; resulta muy desagradable, por ejemplo, tener el vientre hinchado a causa de llevar pantalones demasiado ajustados.
- Condimenta la comida con hierbas aromáticas: no solo te servirán para sustituir la sal, sino que incluso algunas tienen propiedades diuréticas. Descubre recetas que incorporen estas hierbas y te verás sorprendido por excelentes platos sin sal.
Cómo tratar la retención de líquidos
Las recomendaciones que te hemos dado para prevenir la retención de líquidos son igualmente efectivas si ya padeces este problema. Pero además puedes recurrir a lo que te indicamos a continuación.
Plantas medicinales
Ten en cuenta que, aunque sean naturales, las plantas medicinales actúan como medicamentos, por lo cual debes consumirlas con prudencia y respeta sus indicaciones de uso. Algunas plantas útiles contra la retención de líquidos son el diente de león, el perejil, distintas variedades de té (incluido el mate), la cola de caballo, el guaraná, el cerezo y la achicoria. Consulta la causa de tu retención de líquidos y elige el tratamiento en base a ello.
Drenaje linfático
Consiste en masajes llevados a cabo por especialistas. Si la retención de líquidos tiene origen linfático, esos masajes pueden llegar a ser muy efectivos.
Presoterapia
Consiste en la estimulación del sistema circulatorio sanguíneo y linfático mediante aparatos que realizan compresión y descompresión alternativas a través de cámaras de aire. Es un tratamiento totalmente inofensivo que solo se aplica externamente. Además, la presoterapia tiene otros múltiples beneficios como eliminar o aliviar la celulitis, eliminar grasas y toxinas gracias al drenaje linfático y ayudar en la eliminación de varices.
Observa si además de la retención de líquidos tienes otros síntomas para determinar la causa. En base a ello, escoge el mejor tratamiento. Y, si tienes tendencia a padecerla, no olvides seguir los consejos que te hemos dado para su prevención.