La técnica del drenaje facial linfático consiste en realizar movimientos circulares de bombeo lentos y muy suaves, así como presionar en unas zonas muy concretas. Con estos movimientos lo que se busca es dirigir las toxinas, las moléculas y los líquidos hacia los ganglios profundos del cuello, que son los que posteriormente drenarán hacia la zona torácica.
¿Qué es el drenaje facial linfático?
A grandes rasgos, el sistema linfático es el encargado de arrastrar fuera de los tejidos las moléculas de desecho que se van acumulando en su interior. Su finalidad es llevarlas hacia la zona torácica para conseguir el drenaje. Gracias al drenaje linfático es posible eliminar una gran cantidad de toxinas que se acumulan en el organismo.
Está recomendado para aquellas personas que sufren retención de líquidos. Por lo que, los masajes de drenaje linfático facial ayudan a combatir la acumulación de líquidos en la cara. Es por este motivo por el que el sistema linfático participa en el sistema de defensa inmunitaria del organismo.
¿Para qué se utiliza el drenaje facial linfático?
Con el drenaje facial linfático se busca trabajar en distintas afecciones. Como opera sobre el sistema nervioso, también ayuda a reducir el estrés y la ansiedad.
Acné
Una de las principales aplicaciones de esta técnica de drenaje linfático es vencer el acné. Y es que el acné se produce por la obstrucción de los poros de la piel, bien sea por exceso de sebo, por el uso de algunos cosméticos o por cambios hormonales. Si se realiza el drenaje, se reducen las toxinas que afectan a su aparición, dificultando que vuelvan a aparecer con posterioridad.
Ptiriasis rosácea
El drenaje facial linfático aplicado a la rosácea provoca la desaparición de las rojeces faciales que caracterizan a esta patología. También se encarga de eliminar el edema localizado a la vez que atenúa los trastornos dérmicos. Con esto se consigue que la inflamación se reduzca y pueda tratarse la ptiriasis rosácea por otros procedimientos más directos como el láser.
Combatir las ojeras y las bolsas de los ojos
A través de los movimientos del drenaje lo que se consigue es evacuar el líquido retenido en el entorno ocular, en la zona del párpado inferior. También se logra restablecer la elasticidad y prevenir la reaparición de las bolsas.
Reducir los signos de cansancio
Otro problema que puede ayudar a arreglar el drenaje linfático del rostro son los signos externos que transmiten una sensación de cansancio, como las ojeras o líneas de expresión. Esto se consigue gracias a la relajación de los propios movimientos que se realizan durante el drenaje y que provocan que los ojos descansen y se liberen del peso.
Estimular la circulación de la sangre
La circulación linfática está directamente relacionada con la sanguínea. Hay que tener en cuenta que, además, el sistema de conductos linfáticos discurre de forma paralela al sistema circulatorio. El drenaje manual se basa en movimientos de captación y de llamada que se suelen realizar en zonas hinchadas. Los continuos movimientos del masaje que se aplica imitan la forma natural en la que circula la linfa. También abren los vasos linfáticos, permitiendo que el flujo de aquella mejore. De esta manera, el organismo es capaz de eliminar el edema, las toxinas y los desechos. Con la desaparición de todos esos obstáculos, la circulación sanguínea se aligera, optimizándose el aporte de nutrientes y de oxígeno a los tejidos.
Activar el sistema linfático
Lo que se busca con el drenaje facial linfático es limpiar las zonas congestionadas por las toxinas y los desechos que no han podido ser eliminados de forma natural. De esta forma, lo que se consigue es que el sistema linfático vuelva a contar con unos conductos limpios por los que pueda circular la linfa con fluidez.
El problema de que el sistema linfático esté congestionado conlleva que los ganglios linfáticos no puedan desempeñar correctamente su trabajo. De hecho, uno de los síntomas por los que el tratamiento es necesario es precisamente la inflamación de los ganglios.
En definitiva, el drenaje facial linfático es un tratamiento que ayuda al organismo a eliminar todas las toxinas y todos los desechos que no han podido ser evacuados debido a alguna obstrucción. El hecho de mejorar la conducción de la linfa tiene efectos beneficiosos directos sobre el organismo, por lo que es muy recomendable llevarlo a cabo con cierta periodicidad.